La pasada semana se vivió el tan esperado evento e evangelización, una tremenda bendición.
Como jóvenes y miembros de nuestra misión sabemos que Petorca nunca ha sido una tierra fácil de sembrar, la dureza de los corazones, la idolatría de la zona, la brujería que en ella existe y el fuerte arraigo a la iglesia Católica hacen una tarea casi imposible poder rescatar las almas a Cristo, “tengo vergüenza porque aquí todo se sabe” fueron las palabras de una de las almas que se acercó y que pudo vencer su lucha y dar el paso de aceptar a Cristo.
Los días 21 y 22 de Noviembre pudimos vivir a fondo la realidad de Petorca, sin embargo se hicieron visitas a la Cárcel de Petorca, donde vivimos la presencia de Dios junto a nuestros hermanos privados de su libertad. Además de eso pudimos recorrer Petorca en distintas oportunidades, predicando testimonios y dando a conocer el Nombre de Cristo. Otro punto muy relevante es la campaña de evangelización que se vivió la tarde del 21, donde dos almas recibieron a Jesús, imaginen la sorpresa de la congregación al ver que el día domingo una de esas dos almas llegó a la iglesia acompañada de sus hijos.
Dios no solo nos dio la oportunidad de predicar su nombre sino también de vivir gratos momentos junto a la hermandad, poder compartir las experiencias vividas, cantar alabanzas hasta quedar afónicos, aprender de su hermosa palabra y alentar a la congregación en Petorca.
Damos gracias a Dios por todo, en especial por las almas recibidas para Él, Dios Bendiga Petorca, Dios Bendiga a la Juventud de la Iglesia Evangélica de Cristo.