La hna. Sandra Benavente, junto a su esposo Simón Vallejos ofrecieron un terreno para la construcción de una Iglesia, siendo ellos conocidos de nuestro Pastor Pedro Sandaño (Pastor de la Iglesia de Quillota), quien fue puente para que llegaran a la misión y por medio de nuestro pastor se dona este terreno. Comunicándole al Pastor Aladino (Pastor de la Iglesia en Lota) quien estaba más cerca de aquel lugar, entregándole el cargo de esta obra.
La Iglesia da inicio un 21 de mayo del año 2011, donde el Pastor Aladino llego a ese campo, aun sin conocerlo. Y fue así, como a medio día se comenzó un culto, asistiendo a este 34 hermanos, quienes vivían en el campo del Piure. También, estaba presente el Pastor Pedro Sandaño.
Todas las hermanas y varones presentes en aquel día, deseaban una iglesia en ese lugar, quedando en compromiso de nuestro pastor Aladino el comenzar una pequeña construcción. Por misericordia de Dios el domingo siguiente, el mismo pastor junto a su esposa volvieron a dicho lugar, creando un libro de miembro y la actividad espiritual. Los primeros trabajos fueron, predicaciones, culto al aire libre, evangelismo e invitación a los vecinos a este Local de Avanzados.
En el año 2012, recibimos la visita de nuestro obispo Rene Suazo junto a 13 obreros para, comenzar la construcción de la Iglesia, siendo esta de 6 x 10 metros. En el mes de noviembre se crearon los primeros baños de nuestra iglesia, recibiendo el mismo año un evento nacional de Jóvenes, quienes realizaron evangelismo puerta a puerta y un gran impacto evangelistico en toda la zona.
En febrero del 2014, siete almas se bautizaron para la gloria de Dios, siendo de gozo para la Iglesia y su Pastor encargado.
Hoy en día, seguimos con la actividad en nuestra iglesia. Reuniéndonos alrededor de 13 familias. Actualmente los encargados son el hno. Simón Vallejos junto a su esposa Sandra Benavente y gobernados por el Pastor Aladino y esposa.
Las dificultades han sido muchas, sin embargo nuestro ánimo, fuerzas y entusiasmo han venido de parte de nuestro Dios. De igual manera agradecemos las ayudas que hemos recibimos como Iglesia, ya sea en alimento y apoyo espiritual.
“Alabo a Dios y le glorifico por la Iglesia Evangélica de Cristo. Por lo que se hace y lo que resta en hacer este año”.